miércoles, 10 de septiembre de 2014

Se dice "pejeverde", doña Herminia

Por J. Carlos Rodríguez

Hoy quisiera compartir una anécdota de mis tiempos de Bachillerato, que conservo con mucho cariño en la memoria y que tiene que ver con una palabra del léxico canario (o español que se habla en Canarias): "pejeverde".



Doña Herminia, nuestra profesora de Lengua, era una señora que recuerdo físicamente muy al estilo de las institutrices de las novelas del siglo XIX: por su delgadez, su forma de vestir y su seriedad. Aunque era algo estricta en su labor de enseñanza, sus ojos -grandes- parecían en ocasiones transmitir cierta inseguridad. Era de esas personas que cuando se enfadan pierden los papeles, momentáneamente, casi como las madres que reprenden a sus hijos, pero se reponía en segundos como si no hubiese pasado nada.

Recuerdo que teníamos que hacer un glosario con nombres de peces. La tarea era fácil... y me lucí. Cuando me tocó citar y deletrear en voz alta la lista de peces que había recopilado, salió de mi boca la palabra "pejeverde".

Doña Herminia, que por cierto era canaria y aunque fuese profesora de lengua no usaba otra forma dialectal, me dijo que no se decía "pejeverde", que eso era un barbarismo, que la forma correcta de llamarlo era "pez verde". Y no le faltó razón, pero entonces yo no lo sabía. Con el tiempo aprendí que el pez verde, denominado científicamente Thalassoma pavo, es un lábrido que habita en el Atlántico oriental desde Portugal hasta Gabón, incluyendo los alrededores de las Azores, Madeira, Canarias, São Tomé y la zona meridional occidental del mar Mediterráneo.

Sin embargo, como solemos decir por estos lares popularmente, yo no me bajé del burro e insistí en que el pez se llamaba "pejeverde" sin más, que nunca había oído a nadie denominarlo "pez verde". Claro que, en mi pesado intento de convencerla, sin ánimo de fastidiar pero orgulloso de nuestra forma de hablar, su monumental enojo dio por zanjada la exposición.

Yo estaba indignado. Sentí que había quedado mal delante de mis compañeros de clase, que en tono de burla y en voz baja me decían: "!pejeverde, pejeverde!", sin parar de reír. Por eso, al día siguiente, mi tozudez me hizo llevar a clase un libro de peces de Canarias donde aparecía mi amigo el Thalassoma pavo con su denominación insular: pejeverde.

Se lo mostré a doña Herminia y, a pesar de mi explicación, no hubo forma de convencerla. Una vez más volvió a enfadarse, para regocijo de los demás alumnos que casi terminaron por colgarme el San Benito o mote de "pejeverde" a lo largo del curso.

Tardé tiempo en comprender que la buena y sufrida doña Herminia, aun siendo canaria, no podía admitir esta voz. Al fin y al cabo, se trataba de una profesora de Lengua Española que se preocupaba por enseñarnos lo mejor posible, y esa lista de peces era un ejercicio para poner a prueba nuestra destreza con las letras y corregir las faltas de ortografía: merluza, bacalao, atún, sardina...

Ah. De todo aquello sólo saqué en claro que ´"pescado" se refiere a los peces que se usan como alimento. Lo lógico sería decir "pez" cuando hablamos de estos vertebrados. Pero ¿que canario dice "peh" o "peseh"? "¡Pescado!", de toda la vida... "al fondo vaigas y pescado traigas".

martes, 9 de septiembre de 2014

Citas canarias calentitas

Si alguien ha llegado hasta aquí motivado por el título de cabecera, que no se engañe. Este apartado no trata de "citas" en el sentido de "encuentros", sino "proverbiales".
A continuación, algunas citas "calentitas" pronunciadas por canarios, una recopilación sin tabúes que he ido tomando de diferentes medios. Creo que "calentito" es un adjetivo muy nuestro que puede englobar este tipo de pensamientos:



"El recuerdo que conservo de prisión es el de un mundo enteramente dominado por la angustia sexual"
Salvador Sagaseta (El País, 8/07/1978) Escritor y periodista [Las Palmas de Gran Canaria]

"Hay momentos en los que interesa no hacer el amor durante una temporada e ir guardando las ganas para luego gozarlo plenamente"
César Manrique  (Lancelot, 15/02/1985) Pintor, escultor y arquitecto. [Arrecife]

"No tenemos cojones para ocupar lo que es nuestro, como tienen cojones los catalanes y los vascos"
Andrés Chaves (La Voz de Lanzarote, 7/06/1997)- Periodista [Puerto de la Cruz] 

"Yo he hecho de todo en esta vida, menos ser puta"
Lola Massieu (La Voz de Lanzarote, 10/07/2003) Pintora [Las Palmas de Gran Canaria]

"En realidad, el tema que me interesa es el de las relaciones humanas, que sin sexo no se entienden"
Rosario Varcárcel (Faro de Vigo, 24/05/2008). Escritora [Las Palmas de Gran Canaria]

"En la Isleta los niños corríamos descalzos y con la chibichanga fuera"
Manolo Vieira [Pellagofio, 1/09/2012]. Humorista [Las Palmas de Gran Canaria]

"El sexo me sirve para quitarle muchas máscaras al lector"
Víctor Álamo de la Rosa (La Opinión, 7/10/2013) Escritor [Santa Cruz de Tenerife]

"Nunca debes crear un personaje que seas tú, con la polla más grande"
Alexis Ravelo. (Canarias Ahora, 20/09/2015) Escritor. [Las Palmas de Gran Canaria]

jueves, 4 de septiembre de 2014

Sexo y religión como tabúes en la oralidad de los canarios (4ª parte)

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SOBRE LAS RELACIONES SEXUALES EN EL HABLA CANARIA

Vayamos seguidamente al campo específico de la cópula, copular y sus formas habladas. Los modelos básicos siguen siendo voces inveteradas del léxico castellano, esto es: 'follar' y 'joder', dos de los principales tabúes a evitar en sociedad sobre todo ante niños o extraños. Del verbo castellano 'follar' surge una familia léxica que incluye las siguientes formas díalectales: 'folleteo', 'follador' y 'folladora', 'follaje' (acción de follar). En esta familia hay alguna curiosa semantización de muy reciente inventiva, en el campo de la afición al deporte automovilístico. Tal es 'ir follado' o 'salir follado', 'a gran velocidad', y 'coger una folladera', 'llevar una folladera', con el mismo sentido. "LIevaba una folladera del quince ... ", suele escucharse en los rallies.

Por lo que respecta al verbo 'joder' en su acepción corriente de 'copular', se la tiene, en general por voz más gruesa que la anterior, apreciándose que su uso mayoritario es en la segunda acepción, esto es: 'fastidiar', 'molestar', 'importunar' o 'dañar'. De su familia léxica son: 'jodido' y 'jodida', 'jodienda' y 'jodelón' y 'jodelona', que parece criollismo, una variación canaria de 'jodedor' o 'jodontón'.

Un segundo acceso a los eufemismos de copular nos ofrece formas criollas, a medio camino entre las de uso peninsular y las de extensión hispanoamericana. Así surgen los verbos 'chingar'. 'conejar', 'cobijar' y 'trajinar'. Más leves son aquellos eufemismos con idéntico grado de disemia que 'joder', cuales son 'jeringar' y 'jorobar', exclusivamente usados en la segunda acepción. De los usos de la colonia inglesa y sus licores nos viene 'echar un guanijai' y 'echar un verigüeI'. Se comprende que ambos vayan introducidos por el verbo 'echar' cuando es la fórmula 'echar un polvo' la locución más extendida de la cópula.

Otros criollismos recorren el amplio marco de simultaneidad descriptiva que media entre el impulso meramente biológico y la metaforización libidinal. Tales nos parecen, entre otras, las voces: 'echar un revolcón', 'pegarse un revolcón', 'cernir', 'echar un cernido', 'serruchar', 'descargar', 'foguearse', 'jugar' y designaciones tan familiares como 'el mete-y-saca' o 'el meterla y sacarla'. El resto de los esquemas locucionales documentados con el verbo 'echar' se resuelven con variables de aluvión peninsular o de la misma creatividad local, como son, por ejemplo, 'echar un palo', 'echar un palito', 'echar un puño', 'echar un puñillo', 'echar un quile', 'echar un quilito' o 'quilillo' (todos ellos provenientes del consabido verbo 'quilar'), 'echar un chingo', 'un chinguido', 'echar un casquete', 'echar un caliqueño', etc.

Destaquemos igualmente otras soluciones eufemísticas que significan habitualmente concentración en labores manuales o domésticas, criollismos de solera que hemos documentado en el conjunto de las Islas: 'darle cuerda al reloj', 'coser a máquina', 'echarle millo a las palomas', 'destupir la cocinilla', 'destupir la cañería', 'echar el fecho', 'echar el fechillo', 'echar la fechadura', 'quitar los plomos', 'poner los plomos', 'echar un techo', 'mojar la brocha', 'vaciar el tanque', 'ver la película', 'hacer los deberes', 'destupir la escopeta', 'destupir el caño (de) la escopeta' , etc. Otras veces se ofrece como 'coito' ciertas formas locucionales propias del castellano peninsular, con algún matiz criollo, como por ej: 'comerse un rosco' , comerse una rosca', 'llevarse a alguien al catre', ' llevarse a alguien al huerto', ' llevarse a alguien al lego', ' llevarse a alguien al río', y más raramente 'beneficiarse a alguien'.

He aquí otras fórmulas de diverso origen: 'mojar', 'moler', 'tener un molino', 'apalancar', 'mojar', 'montar' o 'montarse a alguien' y los muy dialectales 'sorrollar', 'pirulara' , 'furular', hoy día en franco desuso. Aunque términos nuevos como 'furrunguiar', 'echar un kiki', 'cepillarse a alguien' , 'pasar a alguien por la piedra' o 'clavar' y 'pegar un c1avazo' vengan a substituir ampliamente a las voces abandonadas. La creatividad, en este sentido, parece imparable como la misma fe que confía en la función generativa del 'ayuntamiento carnal', expresión anticuada que quedó en los legajos y hoy nos suena rimbombante.

Algunos modelos onomatopéyicos claramente secundarios. evocan refiriéndose a la cópula no una experiencia acústica, sino un movimiento. Hay alguno de estos modelos expresivos en el español canario, de uso restringido a conversaciones obscenas o de compadreo amistoso. Son, por ejemplo, 'el sungu-sungu', 'el furrún-furrún ' , 'el furrunge-furrungue', 'el triqui-traque ' , 'el tole-tole', 'el cierne-cierne', 'el fuqui maki ' , este último de solera colonial inglesa.

Especial interés tiene el verbo ' aquellar', palabra comodín hoy bastante en desuso designando el coito como 'hacer aquello', 'aquello que el oyente sabe o imagina' , aunque también se usa para 'aquellar un techo', 'un cesto', 'un bordillo', etc. Pancho Guerra lo anota como 'de vaga aplicación', inclinándose por 'arreglarlo' o 'componer' , pero la voz alza mucho más el vuelo y se une ampliamente a la serie libidinal, como un subterfugio más que se acoge a la impunidad de que gozan las estrategias oral-libidinales.

Un caso preciso de exaltación libidinal es la situación de 'estar en celo ', función biológica que en las Islas Canarias tiende a anunciarse con fraseología aplicada en primera instancia al universo natural más cercano: el de los animales domésticos y de granja. Con frecuencia aparece precedido del verbo estar: 'estar salido', 'estar caliente' , marcando la transitoriedad del momento en que se habla, en otras precedidas por el verbo 'ser' se enuncia una cualidad fija y acaso caracterial : 'ser un salido', 'ser un calentón'.

SOBRE EL CORTEJO EN EL HABLA CANARIA

En beneficio de su cabal comprensión, referiremos gradualmente las formulaciones más elementales de cortejo, así como los juegos libidinales de los canarios y las canarias, tal como las conserva la tradición del presente siglo. La mínima seña de cita, requerimiento o complacencia interpersonal pudiera ser el inocente guiño que obedece a la expresión 'picar el ojo' , que en la Península es 'guiñar el ojo'. Los primeros escarceos y juegos de manos en zonas erógenas suelen recibir señalamientos tales como 'meter mano a alguien', 'magrear' o 'mangrear'. La progresión continúa con 'darse el lote', 'pegarse el lote', 'darse el mate' , 'pegarse el mate' y fórmulas semejantes. Un deseo sexual desaforado se expresa con 'tener un queso por alguien' , y 'arrechar'. El roce intencional pemlite 'poner un rabo'. Algo semejante es 'tener una salidera'.

Con respecto a la expresión anterionnente citada -'estar salido'- la diferente aplicación funcional según el sexo del sujeto, ocasiona ciertos distingos en la elección del referente animal. Es así como se escuchan: 'estar salido como un burro', 'estar salido como una mona', 'estar salida como una perra' o 'estar como una perra salida '. La forma más criolla para describir esta situación sigue siendo 'estar desagallado' o 'tener un desagallo' . Véanse algunos ejemplos: "-Tenía tal desagallo que le eché cuatro seguidos ... ", "-Tengo un desagallo, compadre, que me levanto con la del burro...".

LA INFLUENCIA DE LA CABRA EN EL HABLA CANARIA

La comparación de la conducta humana con la de ciertos animales es toda una fase preparatoria de la disemia que se establece en el habla canaria entre la cópula animal y la humana. De esta transitividad está empapado el tejido dialectal, pudiendo sacarse de su fenomenología jugosas conclusiones sicológicas y sociológicas que ampliamos en otro lugar. A este respecto hay dos situaciones descriptivas de la sicología sexual canaria en las que predomina la anfibología con el análogo bestial. Nos referimos concretamente a 'estar caliente'/ 'calentarse' ya 'cabrearse'/ 'estar cabreado'. Las dos primeras tienen en el habla diaria de las Islas el doble significado de 'estar disgustado o enfadado' y el de 'estar excitado o estimulado sexualmente'. En cuanto a la familia de la voz 'cabreo', 'cabrearse', 'estar cabreado', 'cabreadísimo', 'coger un cabreo', se sabe ampliamente que el símil procede del terreno fisiológico de la cabra, que es el 'animal cultural' de Canarias, por excelencia.

De ello se deriva que el macho cabrío sea en el dialecto pancanario el máximo referente animal observable de conducta libidinal. 'Ponerse' o 'estar caliente como un macho' o 'más caliente que un macho' resumen las dos acepciones referentes al 'estado de celo' y a la 'cópula', cumpliendo semánticamente entre humanos los significados de 'enfadarse', 'estar enfadado' y la predisposición libidinal, esto es: 'estar en celo'. 'Dejar calentar', 'hacer calentar', 'coger calenturas', 'calentarse de nada' o 'por nada', 'ser un calentón', refiriéndose en especial al 'enfado' o 'cabreo', pueden oírse ocasionalmente como querencia sexual, guardando su sinonimia intacta. La frase: "¡No te calientes conmigo!"se escucha más de una vez como respuesta del interlocutor: "Yo sólo me caliento con las mujeres ...". Otras rutinas orales para describir el estado de 'celo', o 'gran apetito sexual' son las hipérboles 'estar salido', 'salidísimo', 'éstar desagallado', 'tener un desagallo' y 'tener la del burro', que es el más descriptivo y procaz.

Por lo demás, la cabra y su conducta, atrabiliaria, a los ojos humanos, son en las Islas Canarias sinónimo de locura o conducta desarreglada, incluida la sexual. 'Estar como una cabra', 'como una baifa', 'una chota', 'ser un cabrito', 'como una cabra jarta (de) papeles' son algunas de esas expresiones. La voz 'cabra' señala una interesante parcialidad semántica que encierra su dosis de machismo, pues mientras 'ser un cabra' califica al varón como 'persona alocada' o 'imprevisible', 'ser una cabra' es, referido a una mujer, decir que lleva una 'vida desarreglada' o que 'ejerce la prostitución'. Ejemplos: '¡buena cabra está Fulana!', 'la más chica está cabriando en esas Palmas ... ' donde 'cabriar' es -con toda exactitud- 'ser una mujer de la vida'.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Sexo y religión como tabúes en la oralidad de los canarios (3ª parte)

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SOBRE EL CONCEPTO DE "HOMBRÍA" EN EL HABLA CANARIA

Resultan interesantes algunas perífrasis tabuadas, connotativas del concepto 'hombría'. Son las que siguen: 'lo que hay que tener', 'lo que tienen los hombres', 'lo que tiene un hombre que lleve pantalones', 'lo que tiene un hombre que se vista por las piernas', y otras variables específicas de cada comarca, situación o edad de los hablantes. Interesan igualmente ciertas perífrasis o circunloquios de situación genital tales como, por ejemplo: 'lo que tiene enmedio de las piernas', 'lo que está en medio (de) las patas' y las variables rústicas 'entremedio las piernas' o 'entremedio las patas'. Ejemplos de exaltación libidinal serían: "¡A esa le daba yo lo que tengo emnedio las patas!", '¡le jincaba yo lo que tengo entremedio las patas!', etc.

La supremacía del varón en el código tabuado se refuerza en mero efecto cuantitativo, siendo -como es- el número de los elementos genitales externos mayor en el sexo masculino. Para nombrar los testículos coexisten en Canarias voces clásicas, con solera patrimonial en la lengua madre, y voces originales de este territorio que se perciben como voces eufémicas, sobre todo en sociedad, pues el agrupamiento de varones concede patente de corso a aquéllas con máximo grado de prohibición.

"Mencey Bentor" (mostrando sus "atributos").
Escultura de bronce de Carmen Luis León, de 1996
Mirador El Lance, Los Realejos, Tenerife

SOBRE LOS TESTÍCULOS EN EL HABLA CANARIA

La principal, como es bien sabido, resulta ser la voz 'huevo' y su plural 'los huevos'. Por ejemplo: "¡Me pica un huevo!», "¡me entró un dolor de huevos ... !". 'Huevito' y 'huevillo' son sus plurales más comunes; 'huevón' y 'huevona', sus aumentativos, 'huevudo', 'huevuda', 'huevada' y 'huevera' otras derivaciones descriptivas o invectivas. El nivel de tolerancia que muestra un término de sinonimia con el mundo animal, disminuye un tanto en la segunda voz en prestaciones orales, significando igualmente 'testículos'. Tal es 'cojón' y su plural 'cojones', que desde el latín 'coleo-nis' se expande a todas las lenguas románicas. 'Cojoncito' y 'cojoncillo' son sus diminutivos usuales, funcionando todo tipo de adjetivos para formar los aumentativos.

Acaso para llenar este vacío en un sema de imprescindible enfatización se ha producido una estrategia multiplicadora de adjetivos y participios que remarquen la evaluación hiperbólica, el afecto o la estima de algo. Tales son, por ejemplo, los conocidísimos 'cojonudo', 'cojonuda', 'cojonudísimo', 'cojonudísima' y 'cojonudamente', todos de valoración positiva. En cambio otras formas indican lo contrario: retracción, miedo o cobardía. Tales son: 'acojonado', 'acojonada', 'acojonar', 'acojonarse', 'acojonamiento', 'acojonante' y 'acojone', esta última de probable origen criollo. También están 'acojonadillo' y 'acojonadísimo'. Otra serie, prefijada en des -funciona como descriptiva de hilaridad, o risa; p.ej.: 'descojonado', 'descojonada', 'descojonadísimo', 'descojonadísima', 'descojonarse', 'descojonamiento' y 'descojonante'. Una voz de ingreso reciente es 'descojone' o 'descojono', acortamiento de uso juvenil de la voz 'descojonamiento'.

Eufemismos de solera descriptiva en el castellano más estándar son: 'las pelotas', 'los cataplines', 'los timbales', en tanto los criollismos detectados son 'las bolas', 'los boliches', 'los cuajos', 'los alberiquines' y 'los humildes'. Otros se refieren ambiguamente a la zona crural: 'los bajos', 'los fondillos', 'los fondajos' y los clásicos parónimos: 'los cojines' y 'los cajones'. Formaciones metafóricas y eufemísticas del castellano peninsular tienen idéntico uso designativo en el habla canaria, como p.e: 'los pistones', 'los bemoles', 'los pelendengues', 'las agallas' y 'los riñones', por sexualización de sentido que se apoya en el número par.

SOBRE EL SEMEN EN EL HABLA CANARIA

Hay un tercer elemento genital, imprescindible para la generación, que se somete a permutaciones orales, con altísima rentabilidad simbolizadora. Es el semen, paralelizado en figuras del mundo animal y vegetal. La voz 'leche' es la más general. En Canarias se amplía su campo referencial para describir la savia vegetal de color blanco de ciertas especies de euforbia. P. Ej.: 'leche de tabaiba', 'leche de cardón' o de 'lechetrezna'. También son medianamente conocidos los usos comparativos del término: 'darse una leche', (un golpe), 'tener leche' ('suerte') o superlativo: 'ser la leche'.

En cuanto a elementos específicos del pene, se describe el prepucio viril como un trozo de piel: 'el pellejillo', 'el cuerillo'; en tanto el glande opta por la cobertura como 'la gorra' y 'el capullo', entre otras formas. Existe incluso el verbo 'descapullar', o en vulgo 'escapuyá' para indicar
la operación quirúrgica que elimina la fimosis. Otro tipo de recurso descriptiva nombran el glande como 'el bálano' o 'el plomo'. La descriptiva anatómica directa se recrea igualmente en fórmulas de exaltación libidinal mediante el uso de 'la punta', en expresiones tales como: 'la punta (de) la polla', 'la punta (del) gajo', 'la punta (de) la pinga' y 'la punta (de) el nabo'.

SOBRE LA ERECCIÓN EN EL HABLA CANARIA

Entramos seguidamente en el terreno donde se describen la erección, la eyaculación y el concepto diferenciado de orgasmo. La estrategia designativa de la erección fálica cuenta con fórmulas elementaIísimas que se atienen a la noción de tabú, como son las que se formulan con el sexo ausente, substituyéndolo por un término impersonal, como 'la cosa', 'la cuestión' o 'el asunto', cuando no mediante el verbo 'tener'. He aquí algunos ejemplos notorios: 'enderezársele (la cosa) a uno', 'ponérsele a uno ( la cosa) tiesa', 'ponérsele a uno ( la cuestión) dura', 'ponérsele a uno (el asunto) duro'; contando entre los segundos: 'tenerla dura', 'tenerla tiesa' o 'tenerla gorda'.

'Erección' es un término culto, de uso restringido hasta hace poco tiempo. Al aumentar el nivel cultural, ciertos subterfugios orales van siendo eliminados y la normalización de este término es una clara muestra de ello, al no ser ya privativo de la divulgación sexológica o de la descriptiva legal y médica. Sin embargo coexiste con las fórmulas más arraigadas, como son para el caso: 'armar', 'armarse', 'estar armado', 'empalmar', 'empalmarse', 'estar empalmado', 'empinar' o 'empinarse'. Siguiendo con el símil -tan freudiano- del armamento, otras metáforas de la erección de carácter coloquial proceden seguramente del lenguaje cuartelero, p. ej.: 'izar bandera', 'presentar armas' o 'ponerse firmes' (que también significa 'acatar órdenes' o 'adoptar posición obediente o sumisa').

SOBRE LA EYACULACIÓN EN EL HABLA CANARIA

En lo referente a la eyaculación propiamente dicha, usan los canarios y las canarias idénticas funciones verbales que las existentes en el habla peninsular, esto es: 'correrse' y 'escurrirse', verbos que metaforizan la fluencia seminal. Tienden a ser identificados igualmente con el orgasmo. La voz 'corrida' es el resultado de 'correrse' como emisión seminal; 'pegarse una corrida', la locución más frecuentada oralmente. 'Escurrirse' suena bastante a arcaísmo rural y es también en español canario el equivalente a 'ponerse muy flaco', literalmente 'escurrío'. Los verbos 'irse' y 'venirse' parecen de más reciente implantación, por influencia directa del español peninsular.

Hay otras metáforas de eyaculación que se pliegan a experiencias caseras, como p. Ej.: 'irse la leche por (el) fuego', que se refiere a la ebullición de este líquido también vital. Evoca ciertas situaciones como la polución nocturna llamada también 'irse solo'. 'Correrse de gusto' es una aplicación hiperbólica de 'correrse' que indica 'experimentar gran placer', sea cual sea su contexto de empleo. También 'darse un chorro de gusto' y 'pegarse un chorro de gusto', equivalentes al aumentativo castellano 'darse el gustazo'. 'Escupir', por eyacular, se escucha eventualmente, y es el acto de 'arrojar saliva o flema por la boca' en clara sexualización del sentido por 'expulsar semen'.

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martes, 2 de septiembre de 2014

Sexo y religión como tabúes en la oralidad de los canarios (2ª parte)

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ORIGEN DE LAS "MALAS PALABRAS" O "PALABROTAS" CANARIAS

Entre el barroquismo andaluz, la sensitividad portuguesa y el picante afro-caribeño navega pues el barco de los tabúes en el español canario, enfrentándose históricamente a un mar de prohibiciones y a la calma chicha de la complicidad tolerante, todo ello sin solución de contigüidad. En su deriva ha terminado por trazar una red espesa de formas con significaciones establecidas y duraderas, si bien algunos perdiendo significado. Aunque, allá en el fondo, perduren como señalización de pertenencia cultural, tan sólo fuera por su efecto auditivo y emocional en el hablante. Piénsese, por ejemplo, en voces como tolete, caraja y puñeta, cuyo origen y significado ya casi nadie conoce. Pertrechados con estos someros antecedentes veamos la rica fenomenología de las palabras de la tribu, las 'palabrotas', las 'malas palabras', las 'palabras feas' con las que se designan las 'cosas feas', todo ello dicho con el lenguaje infantil con el que entraron en nuestra costumbre.

Novios de El Mojón (Teguise) Lanzarote,
por la artesana Dorotea Armas Curbelo (1889-1997).
Figurillas tradicionales relacionadas con la fecundidad

SOBRE EL ÓRGANO SEXUAL FEMENINO

Comenzamos la exposición de los tabúes sexuales con la serie designativa de los genitales de la mujer. Se acepta comúnmente que las designaciones de mayor frecuencia son conejo, coño y chocho, alguna de ella con arraigo de más de un milenio en la lengua castellana. Observando como aparecen ya desde los primeros términos el reino animal y el vegetal como alegorías, nos hacemos cabal idea de que no vamos a salir de los universales comparables con el resto de la Humanidad.

Funcionan con normalidad los diminutivos 'conejito' y 'conejillo'; el adjetivo 'conejuda' y el verbo 'conejar' (realizar el coito). También 'coneja' en la acepción de 'brecha, herida', que parece semantización de 'raja', 'hendidura', por su similaridad formal con la vulva. La forma 'coñete' es escasa y se detecta más bien como uso peninsular. El aumentativo 'coñazo' a perdido su función primaria de designar y se aplica más bien para designar a 'persona pesada e insistente' o 'asunto inconveniente o dificultoso', de donde se derivan 'ser un coñazo' o 'dar el coñazo'. 'Coñón' designando al 'guasón' viene de 'coña', 'broma', 'guasa'. El refuerzo intencional crea en territorio hablado canario las voces 'recoño', 'recoñito' e incluso el superlativo 'recoñísimo', como en el ejemplo: "!Váyase al recoñísimo de su puta madre¡". "Coñada" deriva de 'coña';'tomar a coña' o 'estar de coña', son otros usos habituales.

La voz 'chocho' designando 'vulva' o 'vagina' es netamente criolla y como todos sabemos designa al altramuz, un cereal que sirve de 'enyesque' o tapa. 'Chochito' y 'chochillo' son sus diminutivos, 'chochón' y 'chochote' sus aumentativos; 'chochín' y 'chochí' se escuchan cada vez más, aunque restringidos al ámbito doméstico o amistoso. De reciente creación en cierto argot criollo es la voz 'la chocha' equivalente a 'la mujer', 'la esposa', a medio camino entre los habituales 'la parienta', 'la costilla' y esa otra forma argótica que es 'la mora'.

En el capítulo de los eufemismos la riqueza y variedad de las opciones muestra la sacralidad del asunto en cuestión, lo que se hace teniendo en cuenta criterios morfológicos referidos al mundo vegetal o animal. Así es como aparecen 'el pájaro', 'el borrego', 'el higo' o 'el jiga', 'la breva' y 'la pipa'. Entre los mariscos vemos 'la almeja', 'la lapa', 'el bígaro', 'el biriguajo'. Otros eufemismos circulan en producción coloquial entre adultos y menores, indistintamente, combinando el pudor y la pedagogía. Es así como han surgido 'la rajita', 'la cosita', 'el pipí', 'el mimí', 'el tato', curiosa voz criolla esta última, procedente de la 'media lengua' de los niños y que a su vez produce diminutivos como 'el toti' o 'el totín'.

Otra vía resolutiva de expresión corre a cargo del mecanismo de disimulo, o camuflaje. En sociedad lo prohibido encuentra salidas mediante contrafacciones de la voz origen. Para el caso 'coño' produce con este mecanismo 'consio', 'contra' y 'concha', con sus derivados respectivos 'cóntrale' y 'cónchale', este último también usado en Venezuela como exclamación. Otro curioso atenuante es "antonio". "¡ Se dice antonio, niño!",o en "¡malcriado este niño, solo dice antonio!".

SOBRE EL ÓRGANO SEXUAL MASCULINO

Se comprenderá que, siendo varón el guardián de las palabras, sea en la denominación de los genitales masculinos donde la creatividad progresa tanto cuantitativamente como en la propia conservación del patrimonio léxico secreto. Aumentan también las posibilidades de la documentación de campo, no existiendo en nuestros informantes el menor reparo en la expresión de una intimidad que es secreto a voces. Las nominaciones de 'pene' que más se estilan en estas Islas proceden equitativamente de aquellas fuentes culturales que citamos: El barroquismo léxico andaluz, la sandunga cubana -no pocas veces con raíces africanas- y, desde luego, la creatividad varonil, casi siempre propensa a la exaltación fálica mediante las palabras. Podríamos establecer una tríada fálica que siga la diacronía de la edad del hablante, y es la siguiente: 'cuca' ,'polla' y 'pinga'.

La voz 'cuca' se mantiene en los límites de uso infantil. No es privativa de las Islas, sino que también se da en Centroamérica. Su campo semántico está invadido por la sinonimia con 'la cuca', que también designa en Canarias a la cucaracha. Acaso la idea de repulsión o evitación ("no tocar") extiende la semejanza de ambos objetos y facilita el doblete. Sus variaciones diminutivas admiten 'cuquita', 'cuquilla' e incluso 'cuquilina', acentuando otras la proximidad con el insecto: 'cucarachilla' y 'cucarachillo'. Otros diminutivos siguen la inanidad referencial que impone la pedagogía casera. Hemos oído en este aspecto las voces: 'la minina', 'la pilina', 'la pilila', 'la pitulina', 'la pitilina', 'la pichulina', 'la pitusita' y otras más restringidas a la improvisación creativa de cada ambiente familiar.

 La voz 'polla' es la más común en Canarias para designar el pene en la edad adulta. Término de los más tabuados en el castellano peninsular, consigue sin embargo vehicularse en sociedad mediante su derivado 'gilipolla' y "pollaboba". En las Islas da lugar a decenas de sustitutivos simbólicos especialmente interesantes, retratando a la perfección la inmadurez que significa el machismo irredento. Escasas posibilidades tiene su diminutivo 'pollita'; está en cambio servido con el aumentativo 'pollón'. El adjetivo 'polludo' es bastante habitual en el sentido de 'provisto de una gran polla'. Se escuchan designativos de la edad infantil que substituyen al término prohibido, como son p.e.: 'la paloma', 'la pirinola', 'la perinola', 'la cuncuna', 'el pitilín' o 'la pirula'.

Otro término señero en la oralidad isleña es la voz 'pinga', de uso exclusivamente adulto hasta hace bien poco. Voz panamericana y pancanaria, el Profesor Régulo ha hecho brillantemente la pesquisa de su origen africano, sobre todo en Mozambique y Angola, lo que parece indicar que sea antes un portuguesismo que un americanismo importado por los indianos, lo que queda como una posibilidad no excluyente. Su gran potencial expresivo ha tenido como resultado múltiples usos derivados, entre ellos el diminutivo 'pinguita', que figura en el dicho criollo "Todo el mundo quiere una pinguita nueva". La voz 'pingazo' vendría a ser 'golpe' o 'acometida sexual masculina', 'pingalisa' una
invectiva humillante, como lo es entre la juventud el término 'carapinga'. Otros derivados se producen en el terreno deportivo, queriendo enfatizar las acciones propiamente viriles. Es así como 'pingueario', 'pinguiar' significaría en el fútbol 'perder el tiempo ante la portería', 'lucirse en un juego excesivamente individualista', y 'pínguión' sea 'quien pinguea' o 'está siempre pinguiando'. Del deporte automovilista extraemos 'empingar', esto es 'ir a gran velocidad', 'ir o venir empingado', queriendo decir 'con mucha potencia'.

Muchas otras opciones habladas descriptivas del pene se cubren con el rico léxico tradicional. Entre ellas destacamos: 'la verija', 'la chorra' y 'la picha', con sus correspondientes diminutivos. Más interés tiene la extensa nómina de criollismos, entre los que destacamos 'la chola', 'la nona', 'la chiringa', 'la clica', 'él bicho', 'la pitusa', 'la pilila', 'la minina', 'la colita', 'la pajarilla' o 'el pajarito'. El 'supo' es un arabismo importado del Magreb , y 'la chibichanga' procede de Cuba. El apartado más curioso atiende a las metáforas y alegorías de pene que se corresponden con objetos de aspecto fálico, donde la nómina se hace interminable.

Demos algunos ejemplos: 'la macana', 'el garrote', 'la tranca', 'el badajo' ,'Ia batuta', 'el as de bastos', 'el bastón de mando', 'la mano de almirez', 'el lápiz' , 'el gajo' o 'el leño'. Otros términos usan su semejanza con objetos metálicos: 'el instrumento', 'el armamento', 'la herramienta', 'el trabuco', 'la escopeta', 'el mosquetón', 'la maquinaria', 'el resorte', 'el periscopio', 'la patacabra', 'el serrucho', 'el sable', 'el manubrio', 'el carburador', 'el aparato' y 'el pitorro'. 'La mangarria' y 'la manguera' serían otra serie por abrir. Hay voces que connotan porción, proporción o magnitud, tales 'el cacho', 'el trozo', 'un palmo'. guo, como son: 'el asunto', 'la cosa', 'el chisme'.

Una serie privativamente criolla se refiere al órgano masculino por su semejanza con tubérculos, frutos o repostería del país; hélas aquí: 'la batata', 'el ñame', 'el nabo', 'el pepino', 'el rábano', 'el plátano', 'el pirulín', 'la rapadura', 'el boniato' o 'el regalín'. No menos importantes son las voces referentes a insectos y reptiles: 'la bicha', 'el gusarapo', 'la lagartija', 'el bicho rabu(d)o'. También se define por aproximación formal con objetos familiares, como serían: 'el salchichón', 'el rabo', 'el puro', 'el vergajo', 'el pizarrín', 'el rebenque', 'la cachimba' o 'la porra'.

Existen, por último, formulaciones perifrásticas que formulan la genitalidad masculina como un conjunto común e indiferenciado. Obedecen tales términos a cierta filosofia criolla que se debate entre la pudibundez alusiva y la hipérbole referencial, lo que consigue -a la postre- diluir en la ambigüedad lo nombrado. He aquí algunas alusiones que eliden el objeto nombrado: 'la del guardia' (por 'la porra') y 'la del burro' (refiriéndose a los genitales de la bestia de carga). Designativos que tienen en cuenta la situación de los genitales son, por ejemplo, 'el colgajo' o 'los colgajos' y 'la entrepierna'.

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lunes, 1 de septiembre de 2014

Sexo y religión como tabúes en la oralidad de los canarios (1ª parte)

Ángel Sánchez
Foto: "Reflexiones" (1/01/1999)
No voy a hacer una valoración sobre la siguiente investigación porque Ángel Sánchez ya lo cuenta todo con meticulosidad, sólo que me ha gustado y la he querido colgar aquí. He dividido la publicación en varias entradas porque es larga (para un blog), ninguna de sus líneas tiene desperdicio.

La fuente bibliográfica: revista "Reflexiones" del Círculo Cultural de Telde (nº1), publicada el 1 de enero de 1999. "Sexo y religión como tabúes en la oralidad de los canarios". El autor: Ángel Sánchez (Gáldar. Gran Canaria 1943). Licenciado en filología moderna por la Universidad de Salamanca. Doctor en Letras y Ciencias Humanas por la Universidad de París. Catedrático de Francés. Es autor de numerosos libros de Poesía, Novela y Ensayos sobre la Cultura Canaria: "Caletón Point", "Flexiones, Travesía, Poesía", "La mar se mueve", "Ensayos sobre la Cultura Canaria", "Lanzarote, rituales de Fuego y Agua" ...

INTRODUCCIÓN A LOS TÉRMINOS CANARIOS TENIDOS POR INDECOROSOS

El objetivo de nuestra investigación es intentar aproximamos a una fenomenología muy precisa dentro del habla que llamamos pancanaria . Definimos el habla pancanaria como el conjunto de rasgos morfológicos, sintácticos, semánticos y fonéticos diferenciales con el castellano peninsular y que se sienten comunes y extensibles a todas las Islas del Archipiélago canario. El objeto en estudio son las diversas formas que adoptan en la vida oral de los canarios y las canarias los términos tenidos por inconvenientes o indecorosos - en general, los relativos al sexo, las excretas fisiológicas y la religión, para el caso la mayoritaria.

LÉXICO TABUADO

Nuestro propósito es hacer una descripción bastante abarcadora tanto del léxico tabuado como de sus diversos usos contextuales: cómo son los tabúes lingüísticos y en qué circunstancias se gradúan y modifican. Con ello trataremos de explicarnos cómo es que lexemas referidos a la descripción fisiológica humana, esto es: a la anatomía y a la fisiología, en sus formas derivadas del latín vulgar - y en niveles descriptivos a veces insustituibles - son los más sometidos a la censura en producción oral publica, así como los más ampli amente resueltos como soluciones simbólicas, y ello tanto en producción pública como en la privada e íntima.

Los términos que orbitan el espacio de los tabúes de alcance local pertenecen en realidad a un contenido simbolizador universal. Sexo y religión siguen siendo las zonas más misteriosas del ser humano, y puestas en relación entre sí, alcanzan los ni veles de máxima trascendencia. En español, como sucede en la mayoría de las lenguas románicas, esas palabras han logrado defenderse del ostracismo en que las habían situado el pudor la educación represiva y la norma culta, tendiendo casi siempre a exigir una vida oral desinhibido y libre, como si se tratara de conquistar una na turalidad que va en todo paralela a su fenomenología. En ese sentido, los graffiti con términos y frases libidinales y excremenciales encontrados en ciertos muros de las ruinas clásicas de Pompeya y Herculano, son la documentación inaugural más inequívoca a la que pudiéramos referirnos.

Procediendo a una evaluación pormenorizada de este específico campo lingüístico -escasamente frecuentado por los estudios académicos de lexicografía o dialectología del español canario - creemos colaborar con un documento de primera mano a su sistematización y síntesis. Con ello creemos aportar nuevos datos al estudio del modelo cultural que vivimos los canarios y las canarias, y que, por mor de los efectos de la globalización que nos invade, parece irse desdibujando hacia la pérdida de características genuinas. Reconocimiento del léxico tabuado y fijación repertorial, parecen pues dos pasos imprescindibles para posteriores discusiones sobre su función sicológica y social en el modelo de civilización canaria que vamos dejando atrás. Pues ha de reconocerse que bastante de las voces que aquí trataremos están en franca retirada, como parte substancial que son de un modo de vida superado por el progreso.

Tras el reconocimiento y la fijación repertorial no nos resistimos aquí a hacer avances de interpretación, objetivo que seguimos en la vía interdisciplinar. Y ello es imprescindible para aprovechar el contexto vital en que se han producido: las variables situacionales, intencionales y emocionales de quienes han sido y son aún sus usuarios, nos son todavía bastante cercanas como para intentar rentabilizar la experiencia, tomando posiciones teóricas que, sin duda, podrán ser modificadas en el futuro.

Caracterizar el léxico tabuado nos lleva a la definición de tabú. Oigamos la que da Sygmund Freud:

 "El tabú es una prohibición muy antigua, impuesta desde fuera (por una autoridad) y dirigida contra los deseos más intensos del hombre. La tendencia a transgredirla persiste en su inconsciente; los hombres que obedecen al tabú son ambivalentes cara al tabú" (Tótem y tabú) .

Nada ha cambiado desde que Freud dio esta descripción. Se comprende pues que lo tabuado es, necesariamente, lo proscrito en la superficie y lo subyacente en el fuero interno de cada cual -el individuo y la masa anónima- como pertenencia irrenunciable. Un dialecto al acecho de deterninadas situaciones para manifestarse. Yacente y desenterrado cuando se precisa su utilidad numinosa, emocional y equívoca, situación en la que alcanza su alto umbral significante. Que es simbólico catártico, y de autoafirmación, léase todo esto como de mera supervivencia. Un límite donde lo tabuado se define con toda exactitud como "lo innombrable", "lo prohibido", "lo sagrado".

UN REPASO HISTÓRICO

El pudor referencial ha sido el principal obstáculo para su estudio y seguimiento. La idea de 'honestidad' y 'recato' que el concepto de pudor desarrolla ha impedido no pocas veces que se llegue a repertoriar las malas palabras. Frente a esa pudibundez están, por fortuna, valiosos testimonios literarios desde el S. XVII a los que se otorga el valor de fuentes o documentos. Es, sin duda, una lástima que no estén aún vivas en el habla diaria voces tabuadas del siglo pasado, que apenas se hacen distinguibles en la literatura costumbrista, ignorando como ignoramos la clave significante de su doble sentido, concepto este muy a tener en cuenta, y que muestra la ambivalencia del lenguaje
del ser humano, como leíamos en Freud.

Es todo un síntoma que a los órganos de la reproducción de la especie se les haya llamado en el latín de los textos cristianos las partes pudendas. Pudendo quiere decir 'torpe', 'feo', 'que debe causar vergüenza'. Es así como la fisiología de la generación pasan a ser partes naturales. partes vergonzosas. de donde con toda lógica se deriva denominar a los genitales 'las vergüenzas'. El remilgo y la continencia que los recopiladores de léxico usaron limpiando, puliendo y apenas fijando el lenguaje prohibido, acaso deriva un tanto de la condición masculina de los ocasionales relatores, educados en la contención represora del matriarcado vigente. El hombre común de las Islas, no obstante, parece haber sido el guardián de las malas palabras de modo congruente con la dedicación que ambos sexos dan a otros contenidos nemotécnicos de supervivencia. Pues ha de recordarse aquí que el sexo masculino como elemento universal detentador y guardián de las palabras ocultas del grupo es una constante en las sociedades poco desarrolladas. En la mayoría de esas sociedades, como ha sido -y aún lo es en muchos aspectos- la canaria, las palabras obscenas son tabú, aunque protegiéndose la actividad sexual en una jerga creada al efecto, un doble lenguaje, como se diría hoy en día en térninos políticamente correctos.

CUERPO DIALECTAL CANARIO

Si el pudor documental, como estrategia que frena el conocimiento, el progreso y la cultura viva de los pueblos, queda aquí descartado, no podemos hacer lo mismo con el contexto formativo en el que crece y se desarrolla tal lenguaje. El cuerpo dialectal canario acumula un proceso formativo con sus propias características sociohistóricas y sociolingüísticas, lo que lo convierte en un cuerpo bastante peculiar y diferenciado de otros dialectos de la lengua madre. Tendremos ocasión de verificar aquÍ que la abundancia y variedad del léxico tabuado canario en lo referente a genitalia, excretas y religión se debe a razones del contexto cultural especialmente concurrentes.

En primer lugar nombraríamos la variedad de matrices o fuentes orales asimiladas en el español de Canarias: el gran fondo léxico castellano, especialmente de la Baja Andalucía, el portugués pesquero y costero, traslúcido en no pocas intimidades libidinales y escatológicas que usamos los canarios. A estas aportaciones se suma la sorna libidinal y sicalíptica de los préstamos antillanos (Cuba y Venezuela), los escasos términos africanos -'supo' y 'chibichanga', por ejemplo y la gran influencia de las jergas peninsulares relativas a tales materias que se difunden en territorio canario mediante los visitantes y, en mucha mayor medida, en el vehículo de los medios audiovisuales de comunicación. Piénsese a este respecto, en la gran cantidad de términos 'gruesos' como se escuchan últimamente en las películas que pasan por televisión, y se tendrá idea aproximada de lo que entra por los oídos de los telespectadores. Material, en muchos casos, auténticamente nuevo en el repertorio, que pasará muy pronto a la boca de la gente más joven, dado que la pantalla es uno de los más poderosos agentes de la globalización, aunque esta idea no coincida con la que nosotros particularmente tenemos de la normalización cultural.

La riqueza de nuestros semas de interdicción se debe igualmente a la propia conformación geográfica y social del territorio, variable y discontinuo. Cada Isla tiene sus propias palabras, cada comarca, hasta hace poco aislada, conserva su propio micro-dialecto libidinal y escatológico. Los formantes sociohistóricos no influyen menos: la jerarquización normativa que aportó a las Islas el estatus colonial-conquista, repartimientos, asimilación cultural de los nativos y repoblación masiva de gente continental -ha resultado muy marcante para los coloquialismos prohibidos. Los conceptos medievales de orden y decoro siguen vivos en los conquistadores; no debe por tanto creerse que son hombres del Renacimiento (no hay Renacimiento posible donde hay una Santa Inquisición ). Deben haber sido la estrechez histórica de los poderes instituidos en las Islas, la jerarquización normativa del estatus colonial y cierta proyección educativa cristiana los elementos que suscitan la sombra del "pecado de escándalo" para quienes nombran lo innombrable. Las ideas de "decencia e indecencia" colaboran a imprimir en el creyente la secuencia: palabra fea-maldición-pecado que se contrarían popularmente con las nociones de 'fundamento' y 'buena crianza'.

Bajo tal sistema, y relativizadas por sectores poblacionales, la prohibición, la represión y apenas la tolerancia del 'doble sentido', se ha ido fraguando todo un metalenguaje cifrado, inconveniente al 'buen gusto', que siempre está dispuesto a exaltar la lujuria y la agresión, rompiendo las sacrosantas normas de la familia, la escuela, el púlpito y el buen hablar. Se entenderá pues que a los practicantes de los tabúes se les llame "malcriados", "malhablados, y faltos de formalidad o educancia. Los chistes 'de Quevedo', los chistes de Jaimito, los 'chistes verdes', en suma, han ido llenando el espacio de lo permisible, como dramatizaciones de menor fuerza que las 'palabrotas'.

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martes, 10 de junio de 2014

Adiós al muro de San Telmo

Para mucha gente el banco de piedra de San Telmo fue un lugar de encuentro. Aquí se sentaba con frecuencia el compositor portuense Juan Reyes Bartlett. Escribió bajo el seudónimo Ramiro de Añaza hasta 1936. Más tarde siendo ya un hombre ciego y anciano, se sentaba en este muro de San Telmo con la pequeña Teresa García Reyes poniendo el bastón entre sus rodillas, echando su cabeza hacia atrás y diciendo:

"Préstame tus ojos".

Con frecuencia exclamaba:

"¡Cómo me alegro de ser ciego para no ver qué han quitado a Martiánez!"

Y después recitaba:

"Tanto hotel que han hecho ahora
en esta playa de Martiánez,
pero el mago siempre añora
su playa de tarajales".

[Fuente: Hans König. "Puerto de la Cruz, historia y anécdotas"]

Derribo del muro de San Telmo, Puerto de la Cruz (9 de junio, 2014)
Foto: Plataforma Ciudadana Maresía

Como portuense no puedo disimular mi indignación e impotencia por el atropello cometido por el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz y el Cabildo de Tenerife en el Paseo de San Telmo. No sólo es un día triste para los amigos del Patrimonio Histórico de esta ciudad turística, también es un momento para reflexionar. Escritores, políticos, historiadores, artistas, y gran cantidad de gente anónima han luchado durante más de un año, dejando oír sus voces en la calle y en la prensa, para que el derribo del muro no se llevase a cabo, sin oponerse a las otras reformas proyectadas para este lugar. Y al final parece haber ganado la desidia de un grupo minoritario de personas.

De nada han servido las concentraciones, manifestaciones, recogida de firmas y alegaciones de la Plataforma Ciudadana Maresía para sensibilizar a los gobernantes. Ellos siquiera les han escuchado, y no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Mucho se hablará estos días -sobre todo de cara a las próximas elecciones municipales- de una obra que, en su conjunto, regaló la imaginación del artista César Manrique a este pueblo. Hablar de la salvación de nuestro viejo muro ya no tiene vuelta de hoja. Por mi parte, sólo puedo seguir recogiendo relatos e imágenes del glorioso pasado de este bello rincón costero, no sin antes recordar que el 9 de junio de 2014 pasará, desafortunadamente, a ser el día más recordado de su larga historia.

Al señor don Juan Reyes Barlett no sólo le han quitado su Martiánez, también su banco, su muro, sus ansias de que le prestaran unos ojos.

lunes, 9 de junio de 2014

San Telmo, un trocito de paisaje

"Ermita de San Telmo". Acuarela (A4) J.Carlos Rguez.

El Puerto de la Cruz comenzó a sufrir una de las transformaciones urbanísticas más agresivas de su historia a partir de la segunda mitad del siglo XX. Crear infraestructuras adecuadas para ofrecer alojamientos de calidad y opciones de recreo a los cada vez más abundantes turistas que llegaban a la ciudad nunca fue compatible con la conservación del paisaje natural.

 Apostar por una economía fuerte no sólo ha mostrado la cara irrespetuosa hacia la madre naturaleza, sino -en algunos casos-, el desprecio hacia lo denominado "antiguo", sepultando bajo el cemento y el asfalto parte de un irrepetible legado histórico.

Es inevitable no hacer comparaciones cuando contemplo una tarjeta postal donde aparece algún rincón que me remite inconscientemente a la frase "cualquier tiempo pasado fue mejor". Quizás, tratándose de una época de necesidades, no lo fue, pero paisajísticamente nos envía mensajes de nostálgica belleza.

La visión de la vieja ermita de San Telmo, solitaria en la altura de sus riscos y rodeada por las modernas construcciones que trajo consigo el progreso, es sin duda una de las más atractivas para los visitantes. Ofrece un constraste que habla de la historia de una ciudad genuina, de cómo se ha hermanado el pasado con el presente, de cómo un rincón puede causar sensaciones que despiertan el interés y la curiosidad de las personas. Hay pocos "trocitos de paisajes" que hayan cambiado y sigan conservando un aire tan encantador como éste de San Telmo, un halo de misticismo que se ciñó a una nueva realidad desde que al Puerto de la Cruz le fue concedida la denominación de Ciudad Turística.

domingo, 1 de junio de 2014

Manuel de la Cruz, pintor, repujador y tallista

Manuel Antonio de la Cruz (1750 - 1809)
Existen biografías sobre Manuel Antonio de la Cruz a las que no tengo acceso, pero he querido aportar los datos de los que dispongo, reunirlos y organizarlos, debido a que algunos son algo confusos.

 En una breve biografía que la ilustre profesora canaria María Rosa Alonso dedica a Manuel de la Cruz, hallamos que este artista portuense vivió supuestamente 106 años, ya que apunta a "1703" como fecha de su nacimiento [1]. "Si bien es cierto que la consistente umbría de los tiempos en que María Rosa Alonso elaboraba su 'Indice cronológico de pintores canarios', a mediados de la década de los cuarenta del pasado siglo, se ha despejado en muchos aspectos" [2]. Luego, la escritora Clementina Calero Ruiz, en su obra dedicada a este autor (Premio de Investigación Histórica 'Álvarez Rixo' en 1981), sitúa su fecha del nacimiento en 1750 [3].

De la Cruz fue pintor, repujador y tallista, del Puerto de la Cruz, de dónde recibe su apellido [1], pues era de padres desconocidos y le educó un tonelero de este lugar. Así lo explica Álvarez Rixo: "No tuvo padres conocidos, pues estos le abandonaron sobre el fondo de una pipa; otros dicen que dentro de un barril, en el callejón del Juego, donde le halló cierto tonelero que vivía cerca y le educó".

"Aprendió con el maestro José Tomás, quien, natural de este propio pueblo y no del partido de Daute como se ha creído, cuyas pinturas carecían de buen diseño y gusto aunque su colorido es permanente, y como su arte de pintar santos no le bastaba para su subsistencia, también enseñaba a leer y escribir".

"Excedió infinito a su maestro; ignoramos de la manera que estudió y perfeccionó. Pero en aquel mismo tiempo estuvo por aquí algunos años el buen pintor Juan de Miranda, canario, y pudo haber tomado lecciones con él" [4] . "Acaso aprendió algo más cuando Miranda vino a Tenerife" [3].

"Casó en este Puerto con Juana Josefa de Nepomuceno Ríos, hija de Juan de Ríos y María Josefa Camacho" [4], "de la que tuvo al pintor Luis" [1], en referencia a Luis de la Cruz, "quien ha representado en gran medidita a la pintura canaria en la Península" [3].

"Ejercitó su profesión en diversos pueblos de estas Islas" [4]. "Propuso al Cabildo de Gran Canaria la utilización de los mármoles de Fuerteventura, pero no se le hizo caso" [1]:

 "Viendo la Cruz los buenos mármoles que hay en la de Fuerteventura, en la cual apenas se sabe lo que son, recogió algunos pedazos que envió al Cabildo Eclesiástico de Canaria diciendo que ya que S. S. [Su Santidad] hacía venir de Génova a tanto costo varias piezas de mármol, se trajese un artífice que labrase los del país y enseñase a los naturales. Pero este buen hombre se quejaba de que ni se habían dignado contestarle la carta".

 "En 1802 pintó el retablo [del altar] mayor de la iglesia de Tejina, cuyo marmolado muy natural se conserva perfectamente. Allí estaba hospedado en casa del cura don José Quintero Estévez, con cuya hermana casó en segundas nupcias."

 "La última obra notable de este pintor fue el retablo del Poder de Dios, en nuestra parroquia de la Peña, cuya anticuada construcción reformó en cuanto se lo permitieron quitándole las talladas hojarascas de los cojinetes y parras enredadas que tenía en sus columnas salomónicas. El sagrarito que está sobre la mesa del altar dicho es obra suya con que se acredita su buen discurso e inteligencia de la arquitectura. También pintó el púlpito y la figura del Salvador con los cuatro Evangelistas que le adornan; todo acabado en 1809, cuando ya contaba más de setenta años de edad, y poco tiempo después de cuyo trabajo falleció en este mismo pueblo a 20 de julio del citado año 9" [4]. María Rosa Alonso apunta al "9 de julio de 1809" como fecha de su fallecimiento [1].

"Sepultósele en la propia capilla que acababa de hermosear, en la cual yace".

"Enseñó la pintura a sus hijos don Luis, y doña Juana". "Doña Casia Quintero, segunda mujer de don Manuel de la Cruz, herreña, doraba igualmente que su marido y subía a los andamios con calzones. Esta falleció en dicha isla de Lanzarote en 1840".

Según Álvarez Rixo: "Don Manuel de la Cruz alcanzó alguna celebridad y habría alcanzado más en cualquiera otro país fabril" [4].

Manuel Antonio de la Cruz visto por Álvarez Rixo

[1] "Indice cronológico de pintores canarios" | María Rosa Alonso
[2] Introducción de Carlos Pinto al "Catálogo de la exposición Juan Botas (del 14 marzo al 5 de abril de 2008)" | Estudio Artizar - 2008
[3] CALERO RUIZ, C.: Manuel Antonio de la Cruz, pintor portuense (1750-1809), 1982 | Premio de investigación Histórica "Álvarez Rixo" 1981
Argumento: El pintor y estofador Manuel Antonio de la Cruz desarrolla su actividad artística entre mediados del siglo XVIII y primeros del año XIX, y es precisamente en esta época cuando el Puerto de la Cruz, donde nació, va a estar en pleno desarrollo económico. El ambiente artístico que se respiró en el hogar del pintor se manifiesta en el hecho de que su mujer le ayudaba en algunas de esas labores, su hija Juana era una estimada bordadora y el nombre de su hijo Luis ha representado en gran medidita a la pintura canaria en la Península.La autora de este libro trata de todas esas facetas de Manuel Antonio de la Cruz en su estudio, incluyendo el papel de bisagra entre el estilo barroco de José Tomás Pablo y el clasicismo de “El Canario”.
[4] Álvarez Rixo, J. A.: Descripción histórica del Puerto de la Cruz de La Orotava. Estudio de introducción, transcripción y notas de Margarita Rodríguez Espinosa y Luis Gómez Santacreu. Ayuntamiento de Arrecife y Cabildo de Lanzarote. Santa Cruz de Tenerife, 2003.

jueves, 20 de marzo de 2014

Hay que desmitificar la Historia de Canarias

Hay que desmitificar la Historia de las Islas, y eso no lo digo yo, sino Antonio Bethencourt Massieu, quien fuera rector de La Universidad de La Laguna entre 1976 y 1980.

Los siguientes apuntes están tomados de una entrevista realizada por la periodista Marta Cantera Lleó a Bethencourt Massieu para la revista Canarii, publicada el 1 de noviembre de 2007, cuando el ex-rector contaba con 88 años. Sus opiniones respecto al estudio de nuestra historia, desde la experiencia y la perspectiva de su edad, me han parecido interesantes y he querido añadir en este blog los extractos de esa conversación que he creído más oportunos:

Antonio Bethencourt Massieu. Foto: revista Canarii (1/11/2007)

"LA HISTORIA DE CANARIAS ESTÁ LLENA DE MITOS"

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la Historia de Canarias está llena de mitos, y naturalmente hay que desmitificarla. Claro que hay dos clases de mitos. Don Elías Serra dijo y escribió que había roto todo lo que se refería a los mitos de Canarias porque eso no servía para nada. Pero la mitología sí sirve, tiene un aspecto también positivo y además refleja una realidad. Nace porque hay una sustancia que la genera. Pero yo me refiero a los mitos negativos: por ejemplo, la pobreza de Canarias a lo largo de los siglos, que no es verdad. Porque si Canarias hubiese sido tan pobre y tan miserable como en las épocas malas durante todos los siglos, aquí no hubiera quedado nada, se hubiese emigrado masivamente y, sin embargo, hubo incluso inmigración en los siglos XVI y XVII, y en la mitad del XIX, empieza la inmigración mallorquina, catalana...

"ES MUCHO MAYOR LA INVERSIÓN QUE HAN REALIZADO LOS CANARIOS QUE LOS EXTRANJEROS"

Sólo hay que hojear una lista de teléfonos para descubrir la cantidad de apellidos extranjeros que quedan. Y eso que algunos vivían dentro de su colonia, la 'colonia inglesa', que no era la de los colonizadores, porque ese es otro cuento chino. Todo el mundo cree aquí, por ejemplo, que el dinero de la cochinilla desapareció, pero es un dinero que se reinvierte, y la inversión que hace es mayor que la inversión exterior. Lo mismo ha pasado con el turismo: cuánto han invertido en el sur los canarios y cuánto los extranjeros., es mucho mayor la inversión que han realizado los canarios que los extranjeros, pero el capital extranjero invierte en cosas muy positivas e invierte a lo grande y, por tanto, obtiene más beneficios.

"AQUÍ LO QUE HAY ES UNA MEZCLA DE TODO EL MUNDO"

Además, es que en Canarias pasa una cosa con lo que viene de fuera, que es que "canariza" al que se establece. Éste es un archipiélago que, desde su más remota antigüedad, desde que llegan los bereberes, aquí lo que hay es una mezcla de todo el mundo. Aquí, posiblemente, todo el mundo tiene sangre judía, sangre morisca, sangre bereber, y después todo el mundo tiene sangre inglesa, sangre francesa, sangre normanda. Todo el mundo tiene de todo. Y esa asimilación que se realiza aquí es uno de los signos más positivos de Canarias.

"LO QUE HAY QUE HACER ES LA HISTORIA REGIONAL"

Estamos haciendo demasiada minihistoria [en relación a los historiadores actuales], que no es lo mismo que microhistoria: mucha historia local. El otro defecto es que hay también demasiada historia insular, cuando la historia tiene que ser mayor. La historia de la isla vale, pero vale más la historia de las Islas. Lo que hay que hacer es la historia regional. Porque el Archipiélago es una unidad geográfica, climática... que ocupa un lugar concreto del Atlántico y que tiene sus peculiaridades. De manera que esas peculiaridades hay que estudiarlas, y no sólo las Islas, sino las Islas en su conjunto Atlántico, en relación con lo que pasa a su alrededor, porque lo que pasa por ahí fuera nos está afectando a nosotros. Voy a poner un ejemplo: la República no tuvo mucho éxito y hay una causa profunda que lo explica, que es el crack del 29., se quiere hacer un cambio radical en un momento de crisis y, naturalmente, eso malogra las buenas ideas, mientras crecen los problemas internos. Estas cosas afectan directamente mucho más a Canarias que a España. En la República, por ejemplo, el paro en Canarias es altísimo y eso lleva a que aquí en 1931 ganaran los monárquicos y en 1936, apenas unos años después, haya podido ganar el Frente Popular. Y así quedan por explicar miles de cosas.

sábado, 1 de febrero de 2014

Un drago en azul, mi primera acuarela

"Drago en azul" Acuarela (A3). J. Carlos Rguez., 1990

La oscura silueta de un drago, pintado en azul, dentro de un paisaje ficticio que recuerda al de la isla de Fuerteventura, es el resultado de mi primera experiencia con acuarelas. La realicé en 1990, sobre una lámina tamaño A3. 

La idea surgió de forma espontánea. Ese año usé pinceles por primera vez en mi vida y no tenía idea de lo que era la acuarela. Por ejemplo, las casitas del fondo están pintadas pacientemente con el pigmento blanco, ya que entonces siquiera sabía que debía reservar esos espacios vacíos para que aflorara el color del papel.

Pude comprobar que este medio me ofrecía la posibilidad de pintar el cielo y el mar con cierta sensación de realismo, y eso fue una satisfacción. Esta composición me animó a seguir pintando y experimentando sobre las posibilidades creativas que ofrecía esta técnica.

Parecerá estúpido pero, si alguien me pregunta por qué decidí comenzar a pintar con acuarelas y no con otros pigmentos, debo admitir que lo hice porque tenía ganas de probar con pinceles y colores, y fue lo más barato que pude encontrar en el mercado en aquel momento. 

Descubrí que tenía fama de ser una técnica complicada. Recuerdo que poco después compré un libro con el que aprendería cosas nuevas.

viernes, 3 de enero de 2014

Puerto de la Cruz y yo

Nací en el Puerto de la Cruz, y me crié en uno de sus barrios periféricos: Punta Brava. Por eso es inevitable que dedique muchas de mis publicaciones al municipio y al vecindario. "El Puerto", como se conoce popularmente, es un mágico rincón costero a los pies del Valle de La Orotava, en la isla de Tenerife.

Desde niño, he visto como la ciudad ha ido creciendo desmesuradamente, y en consecuencia perdiendo el encanto tradicional y natural que muchos como yo todavía conservamos en la retina, como si de una lágrima aún fresca se tratase. Y no recurro al tópico de que "cualquier tiempo pasado fue mejor"., sólo hay que echar un vistazo a la historia moderna del municipio para certificar que no me equivoco.

Pero a pesar de su alocado proceso de urbanización en pos del turismo y del llamado progreso, Puerto de la Cruz sigue conservando resquicios de belleza que lo convierten en un espacio maravilloso para la convivencia y el regocijo.

Posiblemente esos paseos de mi niñez, en un entorno entre tabaibas y tarajales, polvareda y arena, motivaron mis ansias creativas y acrecentaron mi amor por el terruño.

 Recuerdo con añoranza salir de la escuela y no ir directamente a mi casa, sino perderme en busca de los detalles que me brindaba la madre naturaleza, pequeños tesoros escondidos en la arena y en los charcos, como conchas marinas, o perderme por el barranco de San Felipe, por el desaparecido camino de Las Dehesas o Los Roques en busca de insectos y plumas de aves... incluso pequeñas piezas de barro cocido o piedras cortantes que algunos aseguraban ser herencia de los  guanches.

Todo lo anteriormente mencionado, unido a mi gusto por el dibujo, la pintura y la poesía, es en resumen una referencia que espero que sirva a los seguidores de este blog para comprender mejor el desarrollo del mismo...

jueves, 2 de enero de 2014

¿Por dónde empezar?

Después de la introducción a "Tehuete", esta es la segunda entrada del blog y, sinceramente, no sé por dónde empezar. Es mucho el material del que dispongo para publicar, pero me gustaría hacerlo de forma ordenada. Esa es quizás la parte más difícil, aunque las publicaciones eliminadas de mis otros blogs -y que publicaré en éste- me servirán en parte para seguir ese orden.

Quisiera dedicar cada mes a una temática diferente, para que la información sea más fácil de encontrar. No sé si lo lograré, pero sin duda sería más ameno. Tengo las ideas claras, pero soy una persona algo desordenada... y eso ya dice mucho de mí y de mi forma de ser. Soy de los que suelen salir al paso con el tópico de que "mi desorden está ordenado".

Respecto a lo dicho en último lugar, posiblemente sea conveniente comenzar las publicaciones hablando de mí, a modo de presentación, como la mayoría de usuarios que hacen uso de un blog personal. Pero como no soy famoso (aún.. jej jej) , o sea un "personaje público", me limitaré a subir solamnete las historias e inquietudes que quiero compartir públicamente, sin entrar en detalles que violen mi derecho a la intimidad.

Soy consciente de que hay ideas, inquietudes y sentimientos que quisiera que llegasen a los seguidores. Sin embargo, creo que algunas de mis opiniones, anécdotas y trabajos (sobre todo los relacionados con la poesía), harán que inevitablemente los lectores creen un perfil de mi persona.

Todo está preparado, y "cuando hay marea, golpe a la lapa". Sin más preámbulos, sólo queda esperar a que aparezca alguna idea o suspiro del baúl de los recuerdos (en este caso el tehuete) que pueda dar continuidad a este apartado. Probablemente, y como toda historia que tiene un comienzo, al hablar de mí deba remitirme al lugar donde me crié, a la génesis y fuente de inspiración de mis anhelos.

miércoles, 1 de enero de 2014

Introducción al blog Tehuete

Ya son varios los blogs que he creado y posteriormente he eliminado, entre otras razones porque mis nombres y apellidos son muy comunes y los dominios ya estaban ocupados., también porque algunos títulos provocaban confusión y me obligaban a limitar las publicaciones. Entiendo que es algo incómodo y negativo, para volver locos a mis amigos y a las pocas personas que me seguían, pero espero que "Tehuete" sea ahora un sitio definitivo, donde pueda condensar todos los temas que quiero exponer.

SOBRE LA PALABRA TEHUETE

Según he podido averiguar, sin poder confirmar aún una fuente directa, la palabra "tehuete" es de origen guanche y fue utilizada por los aborígenes de Lanzarote y Fuerteventura para designar un pequeño saco o bolsa hecha de piel. También, en el portal digital del Museo Canario, se usa este nombre para algunas bolsas hechas con juncos, halladas en la isla de Gran Canaria.

Bolsa de cuero decorada con motivos geométrico (original y dibujo)
Foto de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canarias

Mi imaginación me dicta que entre las cosas que se podían llevar en un "tehuete" estaba el "gofio", un tipo de harina tostada típica de las Islas Canarias desde tiempos inmemorables. Digo ésto porque hay constancia de algunos pastores que, después de haber sido colonizado el Archipiélago, llevaban consigo este alimento en sus bolsas para tener algo que echarse a la boca mientras realizaban su labor.

PUBLICACIONES

Creo que"tehuete", una palabra de mi tierra poco conocida, se presta perfectamente para el tipo de publicaciones que quiero añadir en este blog. La interpreto como un baúl de los recuerdos, como una "gaveta" de donde poder sacar algunas historias.

Siempre me ha llamado la atención el mundo de los aborígenes canarios: la historia, la arqueología, las leyendas, etc., pero mis entradas no estarán dedicadas específicamente al tema de los guanches, a pesar de la carga simbólica a la que hace referencia el título de este sitio . En otros blogs recogía historias del barrio, del municipio o de la isla. También tuve un blog personalizado donde me expresaba por medio de la poesía o de mis trabajos artísticos, sobre todo a la acuarela.

Ahora, quisiera poder meter en este "tehuete" todas las historias que deseo contar. Algunas estarán tomadas de otras fuentes, por ser publicaciones que encuentro interesantes., otras serán de mi puño y letra, de mi pluma o de mi pincel, de mis memorias y/o experiencias, o de opinión... Pero el denominador común será la cultura e Historia de las Islas Canarias... y un aderezo de toque personal.

Bienvenidos a Tehuete (J. Carlos Rodríguez)