domingo, 5 de junio de 2016

Pedro Paricio y los niños

Por Domingo J. Jorge

Hace unos días, más de 100 pequeños de Educación Infantil del Colegio Virgen del Mar, veían cumplido su deseo de color, ver a “Pedro Paricio El Pintor”, como ellos lo han bautizado en su cole, durante “El arte a través de la ventana”, una actividad que han realizado, estas niñas y niños, en los dos últimos trimestres con el fin de conocer la obra de Paricio. Además de tener la ocasión de aprender distintas técnicas, que les han ido introduciendo, desde esta temprana edad escolar, en el mundo de la pintura y el amor por el arte de la paleta y el pincel, también se han manchado con témpera y óleos coloreando distintos modelos de cuadros de Paricio y han aprendido que el arte se conoce disfrutando del arte.

El ya internacional artista tinerfeño compartió con los alumnos de Educación Infantil una bella tarde, donde supo responder a las interesantes preguntas que estos futuros artistas le realizaban, convirtiéndose por un momento también en periodistas. Determinante fue la conclusión que destacó Pedro Paricio tras su visita y charla tú a tú con los peques del Virgen del Mar: “Una cosa está clara, con un acercamiento tan temprano al arte, como el de estos niños, el gusto por el arte y la pintura, en su edad adulta, está garantizado”.

-¿Feliz, con que unos niños se introduzcan en tu obra?

-“Radiante de felicidad. El que unos pequeños se introduzcan en mi obra, o en la de cualquier artista, como ellos lo han venido haciendo con la actividad que han programado y realizado sus profesores, eso nos asegura el que las generaciones venideras sientan el arte. Los niños han de vivir y sentir el arte. Cualquier tipo de expresión artística, pintura, escultura, música, arquitectura, literatura… viviéndola, la sentirán y serán parte de ella. Los artistas creamos para que se nos sienta y nuestra obra siga viva”.

-¿Por qué afirmas que con la creación de estos pequeños en torno a tu obra, ella crece?

-“Estos chiquitajos han ido conociendo mi obra con su creación. Con sus dibujos, con sus pinturas, usando como modelo algunos de mis cuadros. Por ejemplo, el motivo del sobrero. En esta visita, he podido presenciar in situ, cómo amplían mi obra, aportan cosas a ella. De un cuadro mío, ellos sacan su visión, a su manera, la hacen crecer. Eso a un artista lo motiva, lo lleva a un nuevo estadío de la visión que tenía sobre lo plasmado en el paño”.

-¿La cultura rejuvenece la tierra?

-“Estos niños son un ejemplo de ello. La razón pura sin educación no funciona. Yo quiero pintar para el presente y para el futuro. Hoy los niños son el futuro. Tenemos que conectar aquí y ahora con los niños a través de la cultura, como se ha hecho patente esta tarde, con estas actividades. Si no los acercamos hoy a la cultura, no podremos pretender que lo hagan en su edad adulta, en el futuro. Estos niños rejuvenecen la tierra, y lo hacen con cultura”.

-Su arte crece, y además crece por el amor que siente usted mismo por el arte.

-“Sí, ciertamente. Un artista no puede aislarse en su creación, y no sentir las restantes. Yo debo de sentir la literatura, porque también es arte, y debo de vibrar cuando leo ‘El Proceso’ de Kafka, el arte siempre es arte. Todo lo creado por el artista debe hacer sentir pasión. Todo lo que rodea al arte es parte de ella. Un artista no solo debe crear, sino recrearse leyendo, escribiendo, hablando, todo aporta y suma”.

-¿Y hay que desechar los clásicos?

“En el arte, como en todo, cualquier generación nos ofrece algo. Recuerdo cuando vi por primera vez en el Museo d’Orsay, en París, un Van Gogh, esos trazos, ese volumen, no pararon de decirme cosas, me arrodillé ante él. Nada es digno de desecho, todo te ofrece algo, lo que hay es que buscarlo, rastrearlo. En el arte hay que beber de los clásicos, de lo moderno y de lo contemporáneo. Todo te aporta. Hay que buscar inspiración en todo: en el propio arte, en la economía, sociología, todo influye en la obra”.

-¿Y con quién conecta Paricio?

-“Para mí, el arte, la pintura, es como un agujero de gusano. Puedo conectar tanto con un artista contemporáneo, como con uno de hace 500 años. Ambos podemos tener las mismas emociones o sentimientos matizados. Puedo sentir, y plasmarlo en mi obra, lo mismo que atrajo a un artista de hace 800 años, hacia ese tema, esa idea, ese objeto, puede atraerme a mío hoy en el siglo XXI, eso es lo atemporal y mágico del arte. El arte es como un niño”.

Fuente: "Pedro Paricio: los niños han de sentir y vivir el arte". Domingo J. Jorge. Diario de Avisos (5/06/2016)

Manuel Delgado Camino y la Casa Mané


Manuel Delgado Camino
Abril de 2016 (foto: Onda Fuerteventura)
Manuel Delgado Camino (Las Palmas de Gran Canaria, 1930 - La Oliva, 2016) tuvo un sueño: una galería de arte frente a la Casa de los Coroneles y no muy lejos de la montaña Tindaya (dos referentes culturales de Fuerteventura). Para ello eligió una casa en ruinas que compró a la familia Manrique de Lara, convirtiéndola en Casa Mané, una ventana a la cultura en el desierto del arte que la isla era en 1991.

Recibió el Playas de Oro Mejor Iniciativa en Diversificación Turística en Fuerteventura, concedido en 2015 por el Patronato de Turismo. El último acto público de este pionero se debió a la firma de cesión gratuita de terrenos al Ayuntamiento de La Oliva para la habilitación de un aparcamiento cerca de la piscina municipal y de su galería de arte.

En el desierto cultural de finales del siglo XX, artistas como Mario Antígono, Alberto Manrique, Pepe Dámaso, Lola Massieu, Pedro González, César Manrique, Alberto Agulló o Juan Gopar colgaron sus obras en la que  pasó de casa del médico de La Oliva Blas Curbelo a centro de arte canario.

Las exposiciones no se limitan solo a las cuatro salas del centro sino a los jardines que albergan esculturas creadas exprofeso para este espacio.

Delgado construyó la zona expositiva en un espacio semi-subterráneo con luz natural y vida propia en una atmósfera un tanto mágica, para tampoco restar importancia y paisaje a la vecina casona señorial de los Coroneles. Se ha mantenido todos estos 25 años sin ningún tipo de ayuda por parte de las instituciones, pero siempre con el esfuerzo particular del propietario. Ya desde joven, este pionero comienza su escalada como aprendiz en una importante juguetería de Las Palmas de Gran Canaria y su curiosidad hace que se aficione a la restauración de arte, abriendo Madelca, una tienda de arte y enmarcación. En la década de los 70 inaugura su primera galería de arte en esta ciudad y seguidamente una segunda en Madrid.

Casa Mané
Foto: Patronato de Turismo de Fuerteventura

El creador de la Casa Mané falleció el martes día 2 de junio a los 86 años de edad, precisamente cuando se cumplen 25 años de la apertura de su sueño de potenciar el arte desde la iniciativa privada.

Personas como el presidente Marcial Morales y el consejero de Turismo, Blas Acosta, destacan la importancia que ha tenido  para Fuerteventura como mecenas cultural y alaban la importancia que su galería de La Oliva ha tenido en el sector turístico como "un atractivo más para los miles de turistas que cada año nos visitan". En la actualidad, Casa Mané está dirigida por una de sus hijas, Belinda Delgado, manteniendo vivo el sueño del progenito.

Fuente: "La muerte de Manuel Delgado Camino deja huérfano al arte canario contemporáneo". Catalina García. Canarias7.es., 2/06/2016

sábado, 4 de junio de 2016

Exposición de obras de Marisca Calza

El expresionismo vital de Marisca Calza

Caballos, árboles, mujeres, rostros y varios cactus son los temas más presentes en la pintura de la fallecida pintora italiana Marisca Calza, polifacética creadora que residió en Santa Cruz durante décadas, desde su primera individual en el año 1978, en concreto en la desaparecida galería Gánigo.

También destacar que la artista genovesa fue la primera artista que mostró su arte sacro moderno en la catedral de La Laguna, en 2000, la colección "Et habitat in nobis" (Y habitó entre nosotros)". Fueron una veintena de cuadros, inspiradas en la figura de Jesús, un canto a la espiritualidad, a la luz y al color, propiedad del Obispado de Tenerife.

El Club de Leones Castillo de Tenerife, presidido por María de Grazia Almazán, ha organizado la exposición "Homenaje a Marisca Calza" con la obra donada por el hermano de la artista a la citada ONG con la intención de que el dinero recaudado con su venta se ayude a familias necesitadas de Tenerife.

Esta muestra, que se desarrolla en la Sala de la Mutua de Accidentes de Tenerife (MAC), reúne una treintena del medio centenar de piezas que posee el Club de Leones pertenecientes a varias series de la colección particular de Calza, algunas de ellas inacabadas, que han sido instaladas siguiendo un orden cronológico, desde los años 70 hasta 2012.

Una de las series se titula "Los árboles locos", de 1997, realizados con técnica mixta sobre cartón, trazos sueltos que evocan siluetas de árboles, algunos de cuyos troncos están coloreados con aguadas amarillo limón, naranjas y verdes.

Otra se centra en rostros de mujeres, fondo de acrílicos o tempera con pinceladas de óleo, uno de ellos de 1973, realizados con una paleta de colores muy alegre, reflejo de su vitalidad, repleto de azules, rojos, verdes, rosas, malvas, grises y blancos, entre otros que evocan sus diferentes estados de ánimo. Esta alegría también se traslada a otras cuatro pinturas, tres de ellas desnudos, otra en la que algunos ven su autorretrato, titulada "Sogno" (Soñar), y el único paisaje de la muestra, un colorista "Cielo de Canarias" de 1984.

También destacan media docena de pinturas, de caras y caballos, de 2012. Son dibujos realizados directamente sobre una pasta de cemento blanco con yeso y cola, cuyos líneas acentuó con rotuladores de color rojo y amarillo.

La obra de Marisca, así firmaba ella su trabajo, se inscribe en un expresionismo muy vital con gamas de color fauvista, o "fierista", como decía la propia artista.

Fuente de información: "El expresionismo vital de Marisca Calza". Raúl Gorroño. El Día (4/04/2016)

viernes, 3 de junio de 2016

Sí a la cultura popular

Siglo XXI: la globalización es imparable, los tiempos avanzan y es lógico que los valores tradicionalistas de cada región vayan quedando en el olvido, Hace ya mucho tiempo que casi todos los rincones del mundo, incluso los más remotos, han cambiado las fibras naturales por el plástico, las bestias de carga por los automóviles o el carbón por la luz eléctrica. Hay que avanzar y el ser humano es la única especie animal que continúa evolucionando a pasos agigantados y convirtiendo la Naturaleza en un supuesto paraíso, artificial, pero de bienestar.

Pero no hay que renegar de nuestra condición animal, guste o no guste esta expresión, porque aún hay quien no cree en teorías darwinianas., ni olvidarse de la Naturaleza, que, al fin y al cabo, es la que nos sustenta.

Hace ya mucho tiempo que me hartan los... ¿cómo denominarlos?... ¿los modernos?. Hablo en particular de la región que me ocupa, que es Canarias. Hay quienes presumen de ir a la moda, de estar al día y de convivir con la actualidad. No hay nada de malo en todo eso, pero ¿por qué despreciar la cultura popular?... Si prefieres ver lucha canaria en vez de fútbol, o si prefieres escuchar folklore en vez de música pop, ¿eres un "mago" (que se diría en Tenerife), una persona bruta y sin cultura?.

Fiesta popular de La Rama., Agaete, Gran Canaria. Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 1972.
Foto: grancanaria.com

El término "cultura popular" es el que hace referencia al conjunto de patrones culturales y manifestaciones artísticas y literarias consumidas preferentemente por las clases populares (clase baja o media sin instrucción académica) por contraposición con una cultura académica, alta u oficial centrada en medio de expresión tradicionalmente valorados como superiores y generalmente más elitista. Desafortunamente también más excluyente.

No me molesta que haya personas que prefieran escuchar a Michael Jackson o a Beethoven (a mí también me gustan) en vez de Los Sabandeños o Los Gofiones. Pero me indigna que se utilice, por ejemplo, la música popular para hacer campaña y atraer y convencer a la "plebe" en masa, inculcándoles que tienen algo en común con ellos, creando una atmósfera que haga pensar que no existe distinción de clases.

Los consumidores de la cultura popular siempre han sido una mayoría débil, mientras que "los listos", los que han disfrutado de cultura académica, son una minoría poderosa. Ésto no lo achaco al devenir de las nuevas tecnologías y la modernidad, sino al desprecio de esas minorías al populacho. Siempre ha sido así, pero ¿nos arrepentiremos?. Creo que no hay que olvidar, y mucho menos erradicar los valores culturales originales.

He conocido, por ejemplo, mucha gente entrañable que, sin apenas saber leer y escribir, podrían dar clases de Humanidades al universitario más listo de la clase... simplemente a través de sus conocimientos locales, tolerancia y educación (con letras minúsculas). Esto no significa que yo, personalmente, prefiera que los que no tienen posibilidad de continuar su Educación después de la escolarización sigan sin una instrucción menos valorada socialmente. Se puede despreciar la cultura popular, pero no frustrarla, ni mucho menos eliminarla: es una base original que distingue a unos de otros, proporcionando personalidad.

En resumen, es mejor ser un "mago" con cultura propia que un académico sin una personalidad definida, que no gira con el mundo, sino con la actualidad que en éste se mueve. No deja de ser "cultura", una palabra que los más poderosos quieren apropiarse sin apenas entenderla en su más remoto origen.

Y ya que vivimos en una sociedad capitalista, obviamente consumista e imparable, hasta que no exista una crisis que afecte a todo el planeta en su conjunto, menospreciar (y por tanto
eliminar) la cultura popular sería como erradicar las "marcas blancas" de un Centro Comercial, esos productos más accecibles y consumidos por la mayoría, los que al fin y al cabo crean más beneficios a los productores.

jueves, 2 de junio de 2016

Fernando Bances y su primera exposición individual

Hoy quisiera hablar de un pintor que supongo muchos desconocen. Los datos que aporto están recogidos de una noticia de la sección cultural del periódico El Día, "Rostros con mucho arte", publicados hoy jueves 2 de junio de 2016. El periodista Raúl Gorroño nos habla de una exposición y de un artista con el que me he sentido bastante identificado.

Fernando Bances en la muestra "Un buen retrato es una biografía pintada"
Foto: El Día (2/06/2016)

Fernando Bances es un ovetense nacido en 1935. Ha estudiado y ejercido la medicina durante más de cuatro décadas en Tenerife. Toda la vida ha estado muy unido al arte de alguna forma, pero nunca se dedicó profesionalmente al oficio de las artes.

Este aficionado a la pintura y a la escultura, presenta la muestra "Un buen retrato es una biografía pintada", basándose en una frase de Anatole France. Se trata de su primera exposición individual, acogida en el Casino de Tenerife.

La colección, integrada por 45 óleos, presenta una serie denominada "Rostros", retratos en pequeño formato que reúne caras famosas o personajes secundarios entresacadas de cuadros pintados por artistas como Durero, El Greco, Velázquez, Tiziano, José de Rivera, Federico de Madrazo, Rembrandt, Rubens, Zurbarán, Murillo, Tintoreto y Rafael entre otros. El otro apartado se titula "África", una decena de obras convertidas en un homenaje a los pintores africanista Josep Tapiró y Pablo S. Chías. Las obras han sido pintadas a partir de láminas, postales y fotografías que ha comprado en los museos que ha visitado, como el Louvre, El Prado, el National Gallery... También presenta un retrato de su nieta en los brazos de su madre, única obra que no ha sido copiada de otro artista, en la que demuestra su virtuosismo, casi hiperrealista en esta obra tan significativa de su producción.

El médico, con vocación de artista, asegura que le hubiera gustado estudiar arquitectura. Ya había participado en varias colectivas, y afirma que ha pasado por todos los estilos, pintando obras en todos los géneros: abstracto, cubismo, impresionismo, expresionismo, realismo, etc. Copiar de tantos autores le ha impedido tener un estilo bien definido, pero su buen hacer queda patente en esta muestra.

Fernando Bances cuenta que empezó dibujando y después contiuó con bodegones clásicos. Luego pasó a una pintura más compleja, como paisajes, retratos y desnudos. Afirma que los rostros y el cuerpo humano es lo más difícil de pintar. Es un artista que lo ha cultivado todo.