viernes, 1 de julio de 2016

Un drago en El Jardín de las Delicias

Detalle de un drago en la obra "El jardín de las Delicias" de El Bosco (1500-1505)

Poco tiene que ver el cuadro "El jardín de las delicias" con las Islas Canarias, pero, en esta obra aparece un drago, uno de los símbolos vegetales del Archipiélago,  y merece ser mencionada en este blog.

Es una de las obras más conocidas del pintor holandés Jheronimus Bosch (el Bosco), un tríptico pintado al óleo sobre tabla de 220 x 389 cm, compuesto de una tabla central de 220 x 195 cm y dos laterales de 220 x 97 cada una (pintadas en sus dos lados) que se pueden cerrar sobre aquella.

Es una obra de contenido simbólico, sobre el que se han ofrecido variadas interpretaciones, como El carro de heno o la Mesa de los pecados capitales, obras todas ellas adquiridas por el rey Felipe II de España, gran admirador del pintor, y guardadas durante algún tiempo en el Monasterio de El Escorial. Obedece a una intención moralizante y satírica que iba a hacer fortuna ya en su época como demuestra la temprana aparición de copistas e imitadores.

"El jardín de las Delicias" obra de El Bosco (1500-1505)

'El Bosco' (1450-1516), ha sido uno de los artistas más personales de la plástica occidental. Un nombre cuya influencia traspasa los límites del tiempo y cautiva a autores tan significados como Salvador Dalí, en pleno siglo XX.

Pero ¿por qué un drago en 'El jardín de las delicias'?

RTVC habló con Pilar Silva Maroto (julio de 2016), Jefe del Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600) y Pintura Española (1100-1500) del Museo del Prado y comisaria del proyecto:

"Con la nueva investigación que hemos realizado puedo decir que la composición del Paraíso, en origen, no era tal y como la conocemos hoy. Había representado en modo tradicional a Adán y Eva y Dios Padre, situados más arriba, donde hoy podemos ver la Fuente de los cuatro ríos. En un primer momento él no había incluido el drago ni la fuente.

El drago actual oculta la cabeza de ese primer Adán. Esto quiere decir, que el comitente -Engelbert II de Nassau, conde de Nassau, señor de Breda- incorporó este motivo considerándolo como Árbol de la Vida. El Árbol de la Ciencia se sitúa en el plano derecho".

¿Sabemos si el pintor conocía esta especie vegetal o bebió de alguna fuente como dibujos o grabados? ¿Conocemos más casos de este tipo de representaciones en la plástica?

"Probablemente (según Pilar Silva), a través de un dibujo o de un grabado -como el de Martin Schongauer-, o a través de algún contacto directo con Madeira o Canarias. Este árbol era ya bastante famoso por sus supuestas propiedades medicinales y la 'sangre de drago'. Es probable que conociera ese grabado o algún dibujo de alguien que pudiera haber visto un ejemplar de drago".

En cierta manera, el drago es un árbol mitológico relacionado con las Islas Canarias, Islas Afortunadas que se asocian desde la antigüedad con el Paraíso. Es un árbol originario del Paraíso, que el pintor o su comitente quiso que se incluyera en el 'Paraíso' de 'El jardín de las delicias'.

Los grabados no eran difíciles de conseguir. Se manejaban en los monasterios, los impresores... no sería difícil para el Bosco o su comitente, Engelbert II de Nassau, acceder a estas fuentes impresas. Los grabados de Schongauer, por ejemplo, tienen una difusión muy amplia. También llegan a España de la mano de los mercaderes e impresores.

Sin embargo, la originalidad del Bosco es tan grande que se separa de las fuentes, aunque beba de ellas, no las imita y es difícil reconocerlas. El Bosco tiene una imaginación desbordada.

Uno de las últimas investigaciones apuntan a que, en un primer momento, el pintor no incluyó el drago en la composición original. Lo importante es que el pintor no concibió la tabla como hoy la conocemos. La reflectografía infarroja ha permitido conocer la composición primigenia de la tabla. Es algo que se añade por deseo expreso de que el Paraíso tenga ese drago canario. La visión de las Islas Afortunadas como el Paraíso se traslada a la tabla.

El tríptico ha permanecido en la Casa de Nassau durante cuatro generaciones. Guillermo de Orange, último propietario, tuvo que huir de Bruselas tras el levantamiento, y fue el portero quién se quedó a cargo del palacio, quien escondió la tabla.

El duque de Alba -Fernando Álvarez de Toledo-, interesado por la pintura, mandó atormentar al portero, quién finalmente desveló el paradero de la obra. Los bienes de Orange fueron incautados y cedió 'El jardín de las delicias' a su hijo ilegítimo, a la sazón prior de la Orden de San Juan, don Fernando; a la muerte del duque, Felipe II compró la pintura en la almoneda, y pasó definitivamente a El Escorial.

En 1933 se trasladó al Museo del Prado para su restauración, aunque tras el estallido de la Guerra Civil se decidió que permaneciera en la pinacoteca.

Posiblemente "El jardín de la delicias" es la obra más icónica, convirtiéndose en un mito de la historia del arte occidental.

FUENTES:
- Redacción web RTVC (04/06/2016)
- Wikipedia: "El Jardín de las Delicias"