Es noticia la exposición inaugurada hace poco en el National Gallery de Londres, la mayor muestra de retratos pintados por Francisco de Goya jamás vista, con más de 60 de los 150 que realizó en sus 82 años de vida. Una de las obras presentadas es "La familia del infante don Luis de Borbón", un cuadro pintado en 1784, que se conserva en la Fundación Magnani - Rocca de Mamiano di Traversetolo, provincia de Parma (Italia).
El cuadro (un óleo sobre lienzo de 248 x 330 cm) recoge una escena familiar de don Luis, el tío del rey de España Carlos IV, en su destierro de Arenas de San Pedro al que se vio abocado por su renuncia a la carrera eclesiástica y su posterior matrimonio morganático con María Teresa de Vallabriga.
En el centro del cuadro aparece el infante don Luis jugando al solitario con cartas mientras peinan a su esposa. Tras él aparecen sus hijos Luis y María Teresa de Vallabriga..
La zona izquierda del cuadro está ocupada por el propio pintor inmortalizando la escena y por varias damas mientras que en la zona derecha aparecen varios caballeros y un ama de cría con María Luisa, la hija menor del infante, en brazos.
Frente al Infante, de pie, se encuentran diversos cortesanos, y entre ellos, en primer plano, el canario don Estanislao de Lugo–Viña y Molina, identificado por Manuela Mena Marqués, jefa de conservación de la pintura del siglo XVIII y de Goya en el Museo del Prado.
Don Estanislao forma parte de la pléyade de ilustrados canarios que sobresalieron en Madrid en el siglo XVIII y principios del XIX –los Iriarte, Bethencourt y Molina, Clavijo y Fajardo, Porlier, Viera y Clavijo, etc.–. Nació en La Orotava el 20 de junio de 1753, en la casa solariega de su familia de la calle de La Carrera y con 17 años fue a cursar estudios en la Universidad de Valladolid, donde estuvo siete años y medio, pasando luego a residir en la Villa y Corte. Fue hombre culto, buen latinista, conocedor de las literaturas clásicas y muy impuesto en las literaturas españolas y francesas.
Con este bagaje, en 1785, y con solo 32 años, fue elegido por el rey Carlos III como ayo, o preceptor, de su sobrino don Luis María de Borbón y Vallabriga (1777–1823) –que sería XIV conde de Chinchón y cardenal arzobispo de Toledo–, y más tarde obtuvo plaza de oficial en la primera secretaría de Estado y del despacho universal de Gracia y Justicia. El 23 de febrero de 1793 es nombrado por el rey Carlos IV director de los Reales Estudios de San Isidro de Madrid, cargo de gran responsabilidad al que el rey daba honores de ministro del Supremo Consejo de Indias. En este mismo año ingresó como caballero en la Real Orden de Carlos III, tras ser admitidas sus pruebas de nobleza.
Don Estanislao, desde su llegada a Madrid, frecuentó los más elevados círculos intelectuales y sociales. Entre estas tertulias destacaba la de los condes de Montijo, y al fallecer en 1790 el marido de la condesa –don Felipe de Palafox y Croy D`Havré– don Estanislao contrajo matrimonio secreto con autorización del rey, en 1795, en la parroquia madrileña de los santos Justo y Pastor, con su viuda, doña María Francisca de Portocarrero y López de Zúñiga, una de las más cultas damas de la Ilustración y que también ostentaba los títulos de duquesa de Peñaranda de Duero, condesa de Miranda del Castañar, condesa de Teba y otros muchos, varias veces Grande de España.
Pero la libertad de ideas y la inclinación de algunos miembros de la tertulia por la doctrina jansenista comprometieron grandemente a la condesa y a don Estanislao, que fue cesado por Godoy en 1806 en la dirección de los Reales Estudios y demás cargos que ostentaba. El matrimonio fue obligado a vivir fuera de Madrid y en sus propiedades de Logroño murió la condesa de Montijo en 1808.
Después del motín de Aranjuez, con la caída de Godoy, don Estanislao es repuesto en todos sus cargos y el rey José I lo distinguió nombrándolo en 1809 consejero de Estado y comendador de la Real Orden de España –popularmente conocida como La Berenjena–. Después de acompañar al rey intruso a Valencia, en la primavera de 1813, regresó a Madrid, al igual que don Bernardo de Iriarte, Moratín, Goya… y tantos otros intelectuales colaboradores del invasor.
Al retorno de Fernando VII se vio obligado a emigrar a Francia, fijando su residencia en Burdeos, junto con otros exiliados, donde vivió las dos últimas décadas de su vida, falleciendo a los 80 años de edad, en 1833. Está enterrado en el cementerio de la cartuja, en una tumba de poco más de tres metros que se encuentra en la actualidad en el mayor de los abandonos. Ningún miembro de su familia ni amigo alguno le acompañó en sus últimos momentos.
Fuentes consultadas:
- Ficha de "La familia del infante don Luis de Borbón", catálogo digital InfoGoya de la Universidad de Zaragoza.
- "Canarios en la exposición de Goya en Londres". Alfonso Soriano y Benítez de Lugo. La prensa del domingo., revista semanal de El Día. 6/12/2015.
El cuadro (un óleo sobre lienzo de 248 x 330 cm) recoge una escena familiar de don Luis, el tío del rey de España Carlos IV, en su destierro de Arenas de San Pedro al que se vio abocado por su renuncia a la carrera eclesiástica y su posterior matrimonio morganático con María Teresa de Vallabriga.
En el centro del cuadro aparece el infante don Luis jugando al solitario con cartas mientras peinan a su esposa. Tras él aparecen sus hijos Luis y María Teresa de Vallabriga..
La zona izquierda del cuadro está ocupada por el propio pintor inmortalizando la escena y por varias damas mientras que en la zona derecha aparecen varios caballeros y un ama de cría con María Luisa, la hija menor del infante, en brazos.
Frente al Infante, de pie, se encuentran diversos cortesanos, y entre ellos, en primer plano, el canario don Estanislao de Lugo–Viña y Molina, identificado por Manuela Mena Marqués, jefa de conservación de la pintura del siglo XVIII y de Goya en el Museo del Prado.
Don Estanislao forma parte de la pléyade de ilustrados canarios que sobresalieron en Madrid en el siglo XVIII y principios del XIX –los Iriarte, Bethencourt y Molina, Clavijo y Fajardo, Porlier, Viera y Clavijo, etc.–. Nació en La Orotava el 20 de junio de 1753, en la casa solariega de su familia de la calle de La Carrera y con 17 años fue a cursar estudios en la Universidad de Valladolid, donde estuvo siete años y medio, pasando luego a residir en la Villa y Corte. Fue hombre culto, buen latinista, conocedor de las literaturas clásicas y muy impuesto en las literaturas españolas y francesas.
Con este bagaje, en 1785, y con solo 32 años, fue elegido por el rey Carlos III como ayo, o preceptor, de su sobrino don Luis María de Borbón y Vallabriga (1777–1823) –que sería XIV conde de Chinchón y cardenal arzobispo de Toledo–, y más tarde obtuvo plaza de oficial en la primera secretaría de Estado y del despacho universal de Gracia y Justicia. El 23 de febrero de 1793 es nombrado por el rey Carlos IV director de los Reales Estudios de San Isidro de Madrid, cargo de gran responsabilidad al que el rey daba honores de ministro del Supremo Consejo de Indias. En este mismo año ingresó como caballero en la Real Orden de Carlos III, tras ser admitidas sus pruebas de nobleza.
Don Estanislao, desde su llegada a Madrid, frecuentó los más elevados círculos intelectuales y sociales. Entre estas tertulias destacaba la de los condes de Montijo, y al fallecer en 1790 el marido de la condesa –don Felipe de Palafox y Croy D`Havré– don Estanislao contrajo matrimonio secreto con autorización del rey, en 1795, en la parroquia madrileña de los santos Justo y Pastor, con su viuda, doña María Francisca de Portocarrero y López de Zúñiga, una de las más cultas damas de la Ilustración y que también ostentaba los títulos de duquesa de Peñaranda de Duero, condesa de Miranda del Castañar, condesa de Teba y otros muchos, varias veces Grande de España.
Después del motín de Aranjuez, con la caída de Godoy, don Estanislao es repuesto en todos sus cargos y el rey José I lo distinguió nombrándolo en 1809 consejero de Estado y comendador de la Real Orden de España –popularmente conocida como La Berenjena–. Después de acompañar al rey intruso a Valencia, en la primavera de 1813, regresó a Madrid, al igual que don Bernardo de Iriarte, Moratín, Goya… y tantos otros intelectuales colaboradores del invasor.
Al retorno de Fernando VII se vio obligado a emigrar a Francia, fijando su residencia en Burdeos, junto con otros exiliados, donde vivió las dos últimas décadas de su vida, falleciendo a los 80 años de edad, en 1833. Está enterrado en el cementerio de la cartuja, en una tumba de poco más de tres metros que se encuentra en la actualidad en el mayor de los abandonos. Ningún miembro de su familia ni amigo alguno le acompañó en sus últimos momentos.
Fuentes consultadas:
- Ficha de "La familia del infante don Luis de Borbón", catálogo digital InfoGoya de la Universidad de Zaragoza.
- "Canarios en la exposición de Goya en Londres". Alfonso Soriano y Benítez de Lugo. La prensa del domingo., revista semanal de El Día. 6/12/2015.